Las cosas están cambiando. Mi mundo está cambiando. Aquel
que creía indestructible, seguro, bueno; ese. Las cosas, tal y como yo las creo
–y quiero- están cambiando. No sé si es un cambio para mejor o para peor, lo
que sí sé es que es necesario.
He sufrido tantos cambios en mi vida que estos se convierten
en parte de la rutina. Antes me daban pánico, ahora, simplemente curiosidad: Saber
quién se queda, quién se va y quién viene nuevo. Saber los que se quedan molestando
en la puerta. Saber quien se fue y vuelve, o quien volvió y se va. Saber si estaré allí o aquí. Si reiré o lloraré.
Si brindaré con vosotros o con otros. O si, contra todo pronóstico, las cosas
siguen como están.
Sea como sea, el 2014 dirá.
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